El crecimiento y desarrollo vegetal puede verse limitado por factores climáticos, viéndose reducido cuando las condiciones de agua, luz y/o temperatura son desfavorables. Uno de los estreses abióticos que más limita el crecimiento vegetal es el hídrico, que puede deberse tanto al exceso como a la falta de agua o, incluso, a la gran abundancia de transpiración. El balance hídrico del organismo se ve afectado y dependiendo de la gravedad de la situación y del grado de resistencia del cultivo a la escasez de agua, se va comprometiendo, en mayor o menor medida, su fisiología (crecimiento, reproducción, floración, cuajado, etc…) y en definitiva, afectando al rendimiento del cultivo.
La agricultura utiliza en torno al 70% de los recursos hídricos, por lo que será el principal sector afectado por una disminución en la disponibilidad de agua, llevando a las autoridades pertinentes a limitar el uso del agua destinada a ello. Por lo tanto, es inminente la búsqueda de alternativas que eviten esa reducción del rendimiento de los cultivos debido a la falta de agua y que proporcione una mejora en la optimización de los recursos existentes.
El microbioma rizosférico juega un papel muy importante en el desarrollo de las plantas, este cuenta con diversas estrategias que ayudan a las plantas a enfrentarse al estrés abiótico por sequía. En condiciones de estrés hídrico el efecto de protección del microbioma consiste en reducir la producción de etileno, reconocido principalmente como regulador clave en la respuesta de las plantas al estrés biótico o abiótico. Existen microorganismos PGPR (plant growth-promoting rhizobacteria) que ayudan a las plantas a disminuir las concentraciones de etileno, mediante la acción de la ACC desaminasa, la cual rompe el compuesto ácido 1-aminociclopropano-1-carboxílico (ACC), precursor responsable de la formación de etileno (Figura 1).

Debido a las diferentes condiciones meteorológicas y los episodios de sequía continuados, la Comunidad de regantes Andevalo Guadiana dispuso unos recursos hídricos por año de 3.400 m3/ha de agua para parcelas destinadas a cítricos en el municipio de San Silvestre de Guzman (Huelva). Esto supone un 40% menos de aporte de agua comparado con la campaña 2021-2022 donde había una disponibilidad de 5.700 m3 /ha año.
Dicha falta de agua se refleja en la bajada de rendimiento, obteniéndose 18.307 kg/ha (campaña 2022-2023) equivalente a un 71,2% menos que en la campaña anterior en estas parcelas.
La estrategia BIOAdapta®️ en 4 momentos del cultivo mitiga el estrés hídrico, consiguiendo un incremento de rendimiento respecto a las parcelas control del 54,53%, lo que supone 9.983,3 Kg más por hectárea de naranjas.
La aplicación de BIOAdapta®️ consigue unos beneficios 13.095 €/Ha en comparación con la parcela testigo en condiciones de reducción del aporte de agua en el cultivo.

TRICHODEX®️ Grupo Fertiberia, consciente de las dificultades con las que se enfrenta el sector desarrolla nuevas tecnologías para la restauración del microbioma vegetal y paliar así los efectos de los diferentes tipos de estrés abiótico.
Con la estrategia BIOAdapta® conseguimos :
- 54,5% INCREMENTO DE LA PRODUCCIÓN EN CONDICIONES DE ESTRÉS HÍDRICO (-40%DE AGUA) EN CÍTRICOS
- 13.000 €/ha beneficio. Alta rentabilidad para el agricultor