Los complejos NPK se aplican en sementera para equilibrar el contenido del suelo con elementos nutritivos considerando las necesidades del cultivo que se va a implantar y dependiendo del rendimiento que se espera conseguir.

• El nitrógeno, el fósforo y el potasio son esenciales, desde la siembra, para la formación de plantas vigorosas y resistentes.
• La interacción entre el nitrógeno, el fósforo y el potasio es decisiva al inicio del cultivo.
• Desde el momento de la siembra los cultivos necesitan disponer de nutrientes secundarios (Mg, S) y micronutrientes.
• Al aplicarlos simultáneamente, se consigue el mejor aprovechamiento de los nutrientes principales, secundarios y micronutrientes. Se garantiza de esta forma una nutrición equilibrada y correcta con efectos muy positivos sobre la cantidad y calidad de la cosecha.
  
  

1. Granulometría uniforme
   Correcta distribución en campo
   Correcta aplicación de la dosis
2. Misma composición en todos los granos
   Efecto sinérgico de aplicar los nutrientes en el mismo grano: mejor aprovechamiento
3. Compuestos químicos estables
   Baja higroscopicidad y resistencia a la abrasión
   Reducción del apelmazamiento

• Mejor aprovechamiento de los nutrientes principales, secundarios y micronutrientes que contienen, al aplicarse simultáneamente.
• La variedad de formulaciones permite la elección de los equilibrios idóneos.
• Mejora significativa de los rendimientos por la mejor distribución y el mayor aprovechamiento por el cultivo.
• Ahorro en los costes de distribución.