Los agricultores europeos deben producir alimentos de la mayor calidad, cada vez en mayor cantidad, minimizando el impacto ambiental y conservando el entorno; todo ello, con disponibilidades de suelo y de recursos limitados. Para alcanzar este objetivo es necesaria una estrecha colaboración de los agricultores con la industria.
Fertiberia ha diseñado un fertilizante nitrogenado con N protegido con dos técnicas (cogranulación e inhibidor de la actividad ureasa) que modulan el avance del ciclo del nitrógeno en el suelo agrícola en dos momentos.
El maíz es un cultivo con elevada demanda de nutrientes. La implantación de nuevas tecnologías y mejoras en las técnicas de cultivo, han incrementado las producciones del mismo por hectárea. Este incremento en producción supone también un aumento de las necesidades en nutrientes por parte del cultivo.
Incluso siguiendo las mejores y más respetuosas prácticas agrícolas, los suelos cultivados suelen tener una tendencia inexorable a perder materia orgánica, debido al aumento de la velocidad de mineralización que conllevan las prácticas agrícolas y a la presión del clima mediterráneo.
Los datos del sector indican que el consumo de fertilizantes en 2017 ha sido superior al de 2016 y que la presión de mercancía de importación está condicionando la estructura del mercado.
Si anteriormente, en post previos, veíamos el futuro prometedor de las nuevas tecnologías y el IoT en un sector como el nuestro, no debemos olvidar que ninguna revolución es fácil de llevar a cabo. Los grandes cambios siempre han requerido de paciencia y sobre todo de formación para ser aceptados por todos los agentes involucrados. Es en este punto de la expansión donde nos encontramos con ciertos obstáculos que están ralentizando la implantación global de soluciones tan eficientes y rentables como las que estamos tratando.