La evolución de la superficie de fruta dulce a nivel nacional (200.000 has aproximadamente, sin incluir cítricos), obtención de nuevas variedades y nuevos marcos de producción, así como las normativas de calidad establecidas por la UE, obligan al agricultor a un mejor conocimiento del cultivo. En cuanto a nutrición, el papel de la potasa es esencial para la mejora en producción y calidad del fruto, siendo un factor de calidad y sanidad vegetal.