La lechuga forma parte del género Lactuca y pertenece a la familia de las Asteráceas (Compuestas), que abarca más de 1000 géneros y 20.000 especies, de las que muy pocas se cultivan. Esta familia, cuyo nombre actual deriva del griego Aster (estrella), se caracteriza porque sus flores están compuestas por la fusión de cientos e incluso miles de flores diminutas. Dentro de las Asteráceas se encuentran muchos tipos de hortalizas de diversas especies: de hoja (achicoria, lechuga, endibia, escarola), de flor (alcachofa) o de tallo (cardo). El término científico Lactuca Sativa también incluye a los cogollos y lechugas de tallo pequeño que forman una cabeza parecida a la de la col.
Puntos importantes a la hora de cultivar lechugas
Variedades donde elegir
- Hay muchas variedades de lechuga, unas más “delicadas” o susceptibles al espigado que otras, algunas resistentes al frío, otras al calor y de de distintas formas, tamaños y colores, por lo que también pueden combinarse y servir como alimento, como elemento estético.
- Pueden tener un cogollo bastante cerrado y apretado (lechugas Iceberg, Trocadero, Betavia, Gotte, Reina de mayo, Appia…); más alargadas, con un cogollo menos consistente y hojas menos juntas (variedades de lechuga tipo Romana); o “de hoja suelta” o de “cortar y brotar” , en las que no se cosecha la lechuga completa si no que las hojas van cortándose una por una cuando están listas (Lollo Rossa, Red Salad Bowl o Rubia de hoja lisa).
Clima
- Hay variedades adaptadas a diferentes estaciones y climas (lechugas de primavera, de verano, de otoño, de invierno) por lo que pueden cultivarse lechugas durante casi todo el año, siempre que no haya riesgo de heladas en tal caso, pueden ser útiles las camas calientes, y debería cultivarse bajo plástico, campanas de cristal , mantas térmicas o algo similar que aísle del frío.
- También hay que tener cuidado en la época de altas temperaturas, porque con el calor es fácil que se produzca el espigado de la lechuga (floración prematura: del centro del cogollo crece un tallo con flores), y esto hará que las hojas se vuelvan más amargas y duras. Puedes evitarlo plantándolas en un lugar que no esté expuesto al sol todo el día o utilizando variedades de verano, con un espigado más tardío.
Sustrato y fertilización
- Necesitan un suelo con mucha materia orgánica pero bien descompuesta, así que lo mejor es la rotación después de un cultivo que haya sido estercolado.
- Es importante enriquecer a menudo el sustrato en materia orgánica. Si se quiere cultivar lechugas ecológicas, no se pueden añadir fertilizantes artificiales, lo mejor es abonar con compost bien descompuesto antes de la siembra y también durante el desarrollo del cultivo, sobre todo si tienes un suelo pobre.
- Hay que tener cuenta que en el periodo de formación del cogollo la lechuga es más exigente, y que en las últimas semanas antes de la cosecha no es necesario abonar porque la absorción de los nutrientes orgánicos es lenta y se desperdiciarían.
Siembra y plantación
- La siembra suele hacerse en semilleros (profundidad de siembra: 1 cm) y a los 20-30 días, cuando la lechuga tiene 5 ó 6 hojas y unos 5 cm de altura, se lleva a cabo la plantación en el recipiente o suelo definitivo.
- Si se van a usar macetas o recipientes deberán tener una profundidad de 25-30 cm, y la distancia entre lechugas será también de 20-30 cm, excepto en variedades “mini”, que requieren menos espacio.
- Si lo prefieres también puedes hacer siembra directa durante las estaciones cálidas.
Labores de cultivo
- Hay que realizar escardas continuamente para evitar que las hierbas no deseadas compitan con la lechuga o puedan convertirse en el refugio perfecto para las plagas.
- Acolchar con hierba, paja u otro material es útil para conservar la humedad en el sustrato sin que se mojen las hojas por el contacto con él.
Riego
- El riego debe ser frecuente pero no muy abundante para que la parte superior del sustrato no se encharque y se seque rápido, evitando que proliferen los hongos (mejor regar por la mañana).
Plagas y enfermedades
- Una de las plagas más comunes de la lechuga son los caracoles y las babosas.
- También la mosca blanca, los minadores, los pulgones y los trips pueden afectar a la lechuga.
- Además, pueden transmitir virus, como el Virus del mosaico de la lechuga (imv) o el Virus del bronceado del tomate.
- También existen hongos que pueden dañar las hojas de las lechugas, sobre todo las exteriores, o causar la podredumbre de la base de la planta, por lo que tendrás que tener cuidado con la humedad del suelo. La superficie deberá estar lo más seca posible, de ahí la importancia de los riegos frecuentes pero breves. Procura también que las hojas no estén pegadas a ella, atando los cogollos si es necesario (blanqueado).
- Los pájaros también son un problema porque si las interceptan picarán sus hojas, así que si tus lechugas están siendo víctimas de un ataque de pájaros deberás protegerlas con una malla o similar.
Cuando la lechuga esté lista para cosechar, a partir de los 50-90 días de la siembra (según variedad y clima), se corta por la base a ras del suelo con ayuda de una navaja y se eliminan las hojas exteriores. Puedes arrancar lo que queda en el suelo y plantar en el espacio que ha quedado libre una nueva planta de las del semillero o, si haces un corte en la base, se favorece la reproducción de la lechuga anterior.