El uso de sustratos en la agricultura está enfocado al cultivo en invernadero donde es posible llevar el control de los factores asociados a la producción. Específicamente el uso de sustratos en la agricultura fue originado debido a factores asociados con la fatiga del suelo, pero, sobre todo, a la dificultad para establecer un cultivo de manera segura, en las etapas iniciales del cultivo donde agentes patógenos presentes en suelo son definitivamente difíciles de erradicar.
Definir una estrategia de manejo de riego en sustratos depende de la capacidad del sistema y en riego de alta frecuencia, de la precisión que el controlador tenga para emitir las cantidades necesarias en el momento que se requiere. Sobra decir que para esto el diseño del riego debe presentar eficiencias en la uniformidad superiores al 95%.
Características básicas para definir el sustrato que necesitas
Desde el punto de vista biológico un sustrato debe estar libre de agentes patógenos; uno de los principales problemas en este momento en los cultivos en suelo, es la existencia de nematodos, ante lo cual ya cualquier sistema de control implica un costo adicional y en el peor de los casos la degradación del suelo y ambiente por el uso de productos químicos.
Desde el punto de vista biológico, los mejores sustratos son los derivados minerales, tales como perlita, peat moss, tezontle, etc.
Según las propiedades químicas
- Al cultivar en invernaderos se busca mantener el control de los procesos involucrados en el sistema de producción, clima, vegetal, etc. Desde el punto de vista del riego, pero sobre todo de la fertirrigación es básico para tener el control de la solución nutritiva, saber el contenido de elementos en el agua y medio de cultivo.
Sustratos químicamente inertes
- No cuentan con elementos activos en sus componentes y por lo tanto es necesario colocar en el medio la totalidad de elementos que la planta necesita; Desde el punto de vista hídrico existen sustratos que estrictamente anclan las raíces del cultivo y la mantiene hidratada al ser capaces de retener agua hasta más de 20 veces su peso como es el caso del peat moss, pero ninguna característica química que ocasiones reacciones con el agua o la solución nutritiva.
Activos químicamente
- Pueden reaccionar con las solución nutritiva y cambiar la relación de elementos disponibles para la planta, lo que dificulta su manejo, los principales indicadores que se pueden evaluar es el potencial de hidrogeno (Ph), la Conductividad Eléctrica (CE), Capacidad de Intercambio Catiónico (CIC) y contenido de iones disueltos que pueden afectar la salinidad o presión osmótica de la solución y con ello la capacidad de absorción por la planta. Ejemplo de estos, la fibra de coco, cortezas y cascarillas.
En función de la física del sustrato
- Para un crecimiento optimo del cultivo, un sustrato debería tener un 20 % de aire, y un 30 % de agua fácilmente disponible. Es decir, la densidad aparente del sustrato que relaciona la proporción de masa y volumen del sustrato y en consecuencia la capacidad de retención, que es la que define la gestión del riego, tal como lamina aplicada y el intervalo de riego.
Actualmente existen una gran diversidad de sustratos que pueden ser usados en agricultura y otros con una calidad menor. Lo que si es valorable es que un sistema de producción en cultivo sin suelo, es también un gran consumidor de recursos, la mayoría de los sustratos comerciales tiene una vida útil no mayor a dos años, por lo que se debe tener presente esta deficiencia al momento de seleccionar el material del sustrato.