Por Carolina Rodríguez Alonso. Cátedra Fertiberia de Estucios Agroambientales
En los últimos 20 años se han sucedido una serie de cambios fundamentales en la agricultura mundial que se han traducido en una transformación radical. El valor añadido se ha incrementado un 73% aun cuando la contribución al PIB mundial, 4%, se ha mantenido estable. La mecanización ha avanzado de manera importante, y así, se ha reducido el personal empleado en agricultura, pasando del 40% al 27%. La tierra agrícola per cápita ha decrecido pasando de ser 0,24 ha en el año 2000 a 0,20 ha en 2019. Por otra parte, el regadío ha aumentado el 18%.
En el año 2019, el empleo de fertilizantes fue de unos 190 millones de toneladas en términos de nutrientes, un 40% más que en 2000. De este volumen, el 57% corresponde al nitrógeno, mientras que el fósforo representa el 23% y el potasio el 20%. Los principales consumidores de fertilizantes, por este orden son China, India, Estados Unidos y Brasil.
Respecto a la aplicación por unidad de superficie, la mayor intensidad corresponde a Asia (180 kg/ha), seguido de América (135 kg/ha), Oceanía (82 kg/ha), Europa (80 kg/ha) y África (26 kg/ha).
Considerando los tres nutrientes principales, N, P2O5 y K2O, hay gran variabilidad en cuanto su equilibrio dependiendo de las grandes regiones mundiales.
El nutriente más consumido es el nitrógeno, que supone el 64% del total en Europa y el 49% en América. El potasio, segundo nutriente por importancia en volumen, supone el 26% del total de nutrientes principales consumidos en América y el 19% en Europa. El fósforo representa el 17% del total consumido en Europa.
El balance de nitrógeno en el suelo representa la diferencia entre los aportes de nitrógeno y la cantidad extraída por la producción de los cultivos.
A nivel mundial, este ha empeorado entre los años 2000 y 2018, incrementándose principalmente hasta 2010, cuando comenzó a estabilizarse. En Europa la situación es bien distinta, partiendo de un mejor balance en 2000, hay una reducción de los excesos de nitrógeno al final del periodo. En el lado opuesto, en Oceanía, el balance está totalmente desequilibrado y los mayores aportes no se han compensado con mayores extracciones.
En relación con la agricultura ecológica, en 2019, los países que contaban con mayor área destinada a este tipo de práctica eran Austria (25%), Suecia (20%) y República Checa (15%).
Bibliografía: FAO. 2021. World Food and Agriculture – Statistical Yearbook 2021. Rome. https://doi.org/10.4060/cb4477en